Los empleados de los centros de llamadas, los informáticos y la mayoría del personal de la sede central serán enviados a casa. Los asignados para llevar a cabo la ley de impuestos y gastos que Donald Trump firmó seguirán trabajando.
El pacto llega en un momento crítico, en el que Joe Biden trata de contrarrestar el impulso chino a las infraestructuras mundiales a través de la “Iniciativa de la franja y la ruta”.